
La capacitación en el trabajo es fundamental porque mejora las habilidades y conocimientos de las personas trabajadoras, lo que se traduce en un aumento de la productividad y la eficiencia. Además, fomenta un ambiente de trabajo positivo, ya que los empleados se sienten valorados y motivados al invertir en su desarrollo profesional. La capacitación en el trabajo también ayuda a reducir la rotación de personal, ya que las personas tienden a permanecer en empresas que ofrecen oportunidades de crecimiento. Asimismo, una fuerza laboral bien capacitada puede adaptarse mejor a los cambios del mercado y a las nuevas tecnologías, asegurando la competitividad de la organización.
Que no es conveniente hacer en esta materia:
- Ignorar la retroalimentación del personal sobre la calidad de los cursos, interés de los temas, o la habilidad del capacitador.
- Ofrecer formación que no esté alineada con las necesidades del trabajo o los objetivos de la empresa.
- Abarcar demasiado en una sola sesión o en un año.
- Solo considerar entrenamientos en aula, y no otros métodos.
- No dar seguimiento a la aplicación de lo aprendido, es decir, no medir la efectividad de la capacitación.
Que prácticas son altamente recomendables:
- Realiza un análisis de las necesidades de habilidades y conocimientos que necesita el personal.
- Establece objetivos claros con metas medibles para la capacitación.
- Incluye métodos diversos como talleres, cursos en línea, mentorías o lecturas.
- Fomenta la participación del personal con herramientas creativas.
- Evalúa los planes y resultados en conjunto con la Comisión Mixta de Capacitación, Adiestramiento y Productividad.